El martes 6 de marzo la Presidenta Michelle Bachelet, junto a los ministros de Interior, Mario Fernández; de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre; de la Secretaría General de la Presidencia, Gabriel de la Fuente; y de la Secretaría General de Gobierno, Paula Narváez, firmó el proyecto de Ley de Reforma Constitucional que establece una Nueva Carta Fundamental para Chile, y que es resultado del Proceso Constituyente iniciado en octubre de 2015.
Proceso que se desarrolló entre abril y agosto de 2016 donde participaron 204 mil personas que dialogaron en “Encuentros y Cabildos Ciudadanos”. Y otras 17 mil personas que participaron en la “Consulta Indígena Constituyente”.
Al respecto, la Mandataria destacó que esta iniciativa “propone una nueva manera de comprender los derechos fundamentales y la estructura de poderes del Estado, y se sostiene en los valores basales de nuestra sociedad, como son los de la dignidad, la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto de los derechos fundamentales de todos los seres humanos”.
Agregando que “se reconoce a los pueblos indígenas como parte fundamental de nuestro orden constitucional, debiendo el Estado promover y respetar su integridad, sus derechos y su cultura. Al mismo tiempo, se reconoce el derecho a contar con representación parlamentaria en el Congreso Nacional y se hace cargo de nuestra deuda histórica con los pueblos indígenas, reconociendo sus derechos culturales y lingüísticos”.
El texto modifica sustancialmente la Constitución vigente, pero mantiene muchas de sus disposiciones, casi todas las introducidas en las reformas después de 1989 y muchas de las cuales provienen del texto de 1925.